Algunos pueden llamarlo amarillo canario, y otros amarillo abejorro. ¡Otros pueden incluso llamarlo amarillo caramelo con amarillo mantequilla! Todos podemos reflexionar sobre cómo debería llamarse este tono de amarillo, pero esta pajarita se encarga más en llamar la atención que en causar debates. Y allí yace su clase. Además, ¿a quién no le gustaría tener delfines nadando sincronizadamente debajo de su barbilla?