Se podría decir que el champán es un primo del dorado, ya que es igualmente rico y lujoso, pero más discreto y refinado. Si deseas complacer a esta corbata, combínala con un traje otoñal color beige hecho de lana peinada, con una camisa blanca de algodón y pantalones caqui, y listo, llegó la primavera, al menos en espíritu.