Este accesorio de tonos cobrizos evoca a los naranjas tostados de una puesta de sol a finales de otoño. Al ser tejido, es aún más perfecto para esos días frescos que vienen antes de la oscuridad del invierno. Esta corbata combinará magníficamente con cualquier chaqueta de sarga o pana y un chaleco de terciopelo, para lograr ese look de terrateniente. Se verá igual de llamativo con lino holgado o algodón finos para climas más cálidos.